Freezer en Dragon Ball Z: Historia y Música Inspirada

La historia de Freezer es una de las más impactantes y fundamentales dentro del universo de Dragon Ball Z (ドラゴンボールZ). Su aparición no solo marca un punto de inflexión en la narrativa, sino que establece un nuevo estándar de poder y amenaza. A diferencia de muchos villanos, Freezer no actúa por desesperación o necesidad, sino por ambición pura y un deseo de dominación absoluta.

Su legado comienza mucho antes de su debut en pantalla. Freezer había estado conquistando planetas durante años, vendiéndolos al mejor postor o aniquilándolos según su conveniencia. Entre sus víctimas más notorias se encuentra el Planeta Vegeta, hogar de los Saiyajin. Temiendo que una rebelión pudiera surgir con el tiempo, Freezer destruyó el planeta con un solo ataque, acabando con casi toda la raza guerrera… excepto por unos pocos sobrevivientes, como Vegeta, Raditz, Nappa y Kakarotto (Goku).

Su historia toma protagonismo durante la saga de Namek, donde busca las Esferas del Dragón para volverse inmortal. Allí se enfrenta a los guerreros Z en una serie de batallas cada vez más intensas, revelando sus transformaciones una por una. Desde su forma base hasta la segunda, tercera y finalmente la forma final, Freezer demuestra por qué es considerado el ser más poderoso del universo.

Uno de los momentos más emblemáticos de toda la serie ocurre cuando Freezer asesina brutalmente a Krillin frente a Goku, lo que provoca la transformación de este en el primer Super Saiyan, marcando un antes y un después en la saga y en la historia del anime en general. La batalla entre ambos en Namek se extiende durante varios episodios, cargada de emociones, destrucción y un clímax apoteósico.

Aunque Goku lo derrota, le da una oportunidad de sobrevivir. Sin embargo, fiel a su naturaleza, Freezer intenta atacar nuevamente y Goku lo aniquila con un último ataque. Pero su historia no termina allí.

Freezer regresa con un cuerpo cibernético durante la saga de Trunks, solo para ser eliminado de forma fulminante. Posteriormente, en Dragon Ball Super, resucita y entrena por primera vez en su vida, alcanzando su forma dorada (Golden Freezer). Participa en el Torneo del Poder, luchando junto a sus antiguos enemigos, y vuelve a posicionarse como una fuerza clave en el equilibrio del universo.

A lo largo de todas sus apariciones, Freezer demuestra ser un personaje con múltiples capas: desde el conquistador despiadado hasta el estratega manipulador y el guerrero renacido. Su obsesión con el poder, su desprecio por los débiles y su retorcida visión del orden lo convierten en un antagonista eterno e insustituible.